Divididos en cinco equipos distintos y liderados por los actuales capitanes de la plantilla, los jugadores culé participaron en un circuito de conducción habilitado en los exteriores del Camp Nou, donde mostraron de forma divertida su habilidad al volante superando cinco sectores de distintos niveles de dificultad.
El desafío consistió en realizar una serie de ejercicios de conducción y destreza destinados a conseguir el mayor número de puntos posibles en cada una de las pruebas. El slalom dinámico, la frenada de emergencia o la zona off road fueron algunos de los retos a los que se tuvieron que enfrentar.